“En la Varsovia rápidamente reconstruida de posguerra, Bambo solía trocar regalos eléctricos llegados de ultramar por latas machucadas, botones de colores, hondas o piedras.
La antigua teoría persistía: el valor de los objetos es circunstancial.
Un trueque ilimitado y sorprendente, mediante el cual el mundo adquiría un movimiento más azaroso.
Cada operación, un negocio de la imaginación”.
Claudia Schvartz
“Nimia”
Este texto es una primera aproximación.
Los primeros créditos un instrumento para recuperar la soberanía monetaria
Tal como sostuve en el capítulo anterior, la mayoría de los intercambios ya sean productivos, comerciales o culturales en todas las sociedades primitivas, se presentan siempre bajo la forma de donaciones recíprocas, fueron Marcel Mauss[1] primero y Claude Levy Strauss[2] luego, quienes observaron que los intercambios recíprocos tenían asignado un valor mucho más importante en esas comunidades que en las contemporáneas; ya que estos intercambios no sólo son intercambios de carácter económico, sino que ponen en evidencia la construcción del hecho social total que resulta ser ordenador y consecuencia de una significación mítica, religiosa, mágica y económica, utilitaria y sentimental, jurídica y moral. El segundo de los autores señalados cita a modos de ejemplo el caso de una pequeña tribu nómada de Brasil, cuyos integrantes normalmente se temen y evitan su contacto, pero que desean encontrarse y que cuando se encuentran intercambian rápidamente y entre sí murmullos de admiración, infinidad de objetos y de productos que necesitan.
La evolución cultural de las sociedades promueve también la evolución estas creencias, a pesar de que muchas de ellas son constitutivas de la organización psíquica de los individuos y por consiguiente las de las sociedades en su conjunto.
Los sistemas de intercambios no monetarios, consistentes en intercambiar productos, servicios y conocimientos sin la intermediación del dinero de curso legal, no son un fenómeno nuevo para la especie humana como lo hemos visto en el capítulo precedente, es decir que son una de las prácticas más arraigadas en la cultura de los pueblos, no son un invento nacional como el dulce de leche, el colectivo o la birome, tal cual lo promocionaron en su momento varios medios de comunicación social ávidos de “informar”, por que de eso también se trata de dar cuenta a lo largo de este trabajo.
La economía como ciencia, entre otras cosas, da cuenta, analiza y estudia los sistemas, experiencias y modelos de intercambios no monetarios a lo largo de la historia, fundamentalmente en sociedades que han vivido situaciones de inflación violenta, durante las cuales la moneda pierde casi todo su valor. Esto es posible observarlo, según Bordín de Statica Económica[3], en coyunturas inmediatamente posteriores a la primera y la segunda guerra el trueque se generaliza, pero aún en estas situaciones señalan nuestros autores el trueque es aparente, ya que por ejemplo, los cigarrillos – que como objeto escaso y preciado -, intervenían en muchos trueques suplían en realidad a la moneda y eran aceptados incluso por los no fumadores por su valor y demanda.
La experiencia de trueque multirecíproco con vales de trueque que diseñamos e impulsamos, es una experiencia rica, compleja, muy vasta por su extensión y cantidad de participantes, poco comprendida, inclusive aún por muchos miembros del sistema -prosumidores y/o coordinadores-, mal difundida por muchos coordinadores del sistema y por ciertos comunicadores sociales, habida cuenta que el proyecto no sólo debería de estar orientado a los intercambios productivos no monetarios, sino que, deberían de direccionarse a propiciar una multiplicidad de objetivos y fines, tan extensos, complejos y dinámicos como lo son los que se desprenden de los intereses individuales y plurales de las personas que lo realizan, es decir deberían de llegan a abarcar esferas tan disímiles y amplias como las sociales, las laborales, las políticas, las deportivas e incluso las afectivas.
Es decir que para nosotros este es un sistema orientado a brindar respuestas múltiples a problemas plurales de una sociedad diversa dominada por el consumo y el individualismo, que un día se despertó de un sueño y tomó conciencia que la fiesta que habían vivido hasta la noche anterior había que pagarla, se dieron cuenta que estaban sin trabajo, no tenían ahorro en el banco y además le dolía la cabeza.
También parecía, que durante los años 1995 hasta mediados del 2002, los que abarcaron desde el esplendor de la fiesta cavallo -menemista, a los del aburrimiento y frustración delarruista que llegaron con la implosión definitiva y final del modelo neoliberal, el caos económico anterior al fin de la convertibilidad y su salida definitiva con la pesificasión asimétrica, desde ciertos multimedios algunos comunicadores frente a una situación económica y social compleja, de un país que estaba a punto de disolverse, buscaban ávidos alguna una buena noticia que vendiera esperanza y alegría a una sociedad agobiada y errática; encontraron en el movimiento del trueque una actividad que generaba inclusión social, recreaba el trabajo individual, reclamaba al Estado la necesidad de generar políticas públicas que tendieran al pleno empleo desde un lugar de enunciación distinto al de las formas conocidas y replicadas del clientelismo político tradicional, propiciaba el respeto al medio ambiente, y gestaba por último y en forma simultánea formas de participación y protagonismo socio-comunitario.
Esas condiciones eran los datos nuevos que necesitaban para difundir este “nuevo milagro argentino”, ya que algunos llegaron a sostener que en interior de este colectivo social se podría replicar el prodigio de multiplicar los panes y los peces o una forma de construir colectivamente de la nada una especie de “Joyland Country”.
Sin embargo, esta visión en la realidad, no existió nunca, fue un mero espejismo para vender una idea de esperanza en medio de una crisis terminal, el movimiento del trueque es otra cosa.
Para empezar debido a la gran cantidad de personas que se habían sumado a los clubes durante los años 2000 / 2001, al interior de los nodos ya no era esa posible apreciar esa especie de “mundo feliz” que se había visto durante el comienzo de la experiencia y que se pretendía seguir propiciando como si todo fuera siempre igual.
La realidad del movimiento del trueque antes de generalizarse el boom de los clubes era otra bien distinta, ya que las tensiones aumentaban en forma geométrica a los participantes y la masa critica que nutrió los primeros años de la experiencia fue sobrepasada por una masa enorme de demandantes de un bienestar que no encontraba en otro lado, es decir y para ser lo más claro posible frente a la ausencia total del Estado y los dispositivos de contención medico-asistenciales y económico-sociales estos grupos sociales altamente vulnerables llegaron a los clubes y los saturaron violentamente.
Es necesario hacer una distinción; no es lo mismo trabajar con sectores medios excluidos del mundo del empleo registrado, que venían a fuerza de una mejor idea, de lo que podemos definir como de una sociedad “protegida”, que con excluidos estructurales, el choque de necesidades producido al interior de los clubes fue brutal, se generó a partir de la masificación otra cosa, se genero en el interior de los clubes, algo muy distinto de la idealización y el reduccionismo del modelo que se propalaba por los medios.
Además me parece necesario continuar este análisis aclarando algunas cosas. Para nosotros nunca existió el supuesto “milagro del modelo del trueque argentino” más allá del lógico orgullo y natural narcisismo que personalmente cada uno de nosotros sintiera frente a una criatura de la que nos sentíamos responsables, al interior de los clubes no existía la multiplicación bíblica de los panes y los peces. Nunca jamás dijimos que “el trueque se había originado en la Argentina” como muchos se empeñaban maliciosamente en difundir[4]. Desde el núcleo originario nunca creímos que eso fuera así, lo planteamos en las reuniones periódicas que impulsamos con los coordinadores como una necesidad y como una obligación moral[5], siempre tuvimos en claro y sabíamos que la difusión del modelo a través de los medios de comunicación social era una cuestión que nos excedía, que estaba alentado desde algunos rincones impresentables de la política, pero entramos en el juego y lo usamos para desarrollar nuestra propuesta desde la sinergia que esto implicaba; aclarando permanente los conceptos, señalando los errores que se cometían y marcando las diferencias entre la propuesta original y las constantes desviaciones que nos eran señaladas y que señalábamos claramente cuando concurríamos a algún club.
Contrariamente a esa visión optimista siempre señalamos que existe una predisposición, una actitud y una aptitud tanto individual como colectiva para enfrentar la realidad que implica la pobreza y la vulnerabilidad desde una actitud crítica y alterna.
Que todo radica en una modificación subjetiva del individuo. Una acción individual que transforme al ser humano objeto de un proceso de intercambios, en un sujeto activo y consciente de la dinámica que se realiza.
Para nosotros ese es el primer paso en la construcción de ciudadanía.
Entendíamos que la experiencia entrañaba y comportaba a la vez una toma de conciencia para si en los miembros de los primeros grupos que se iban sumados al proceso del trueque y que los mismos encontraban fuerza en su propia debilidad y parafraseando a Antonio Gramsci[6], cuando decía que “al pesimismo de la realidad objetiva lo derrotaron con el convencimiento que nace de nuestras propias ideas”, salimos a cambiar la realidad en forma militante.
En todas las sociedades, la gente, - esa nueva categoría gnoseológica seudo sociológica y postmoderna de fin de siglo, que pretende hacernos creer la existencia de una supuesta igualdad -, ha realizado prácticas de intercambio no monetario en forma directa a lo largo de los siglos, tanto dentro de sistemas formales como de aquellos sistemas que se denominan comúnmente como informales o economía de los bordes y que para nosotros era una experiencia a escala que podemos llamar – a fuerza de una mejor denominación -, economía popular de inclusión; en los más diversos lugares de lugares del planeta a través de los tiempos.
Lo novedoso de la experiencia de los clubes de trueque es la idea de usar un bono de intercambio o bono de de descuento emitida en el seno de una comunidad, por fuera de los dispositivos estaduales, como una herramienta de uso colectivo para satisfacer las necesidades individuales, potenciar el desarrollo económico local y la construcción de ciudadanía, dentro de los clubes que la adoptan y que pudiese articular con segmentos del mercado formal.
La diferencia entre nuestra experiencia y otras que se realizan en otros países como en Francia o Canadá, consiste en que nosotros fuimos capaces de haber podido y sabido diferenciar que, mientras allí la exclusión es comprendida desde lo epistemológico como consecuencia de fallas del sistema de producción y son atendidas con políticas de inclusión desde el Estado mismo; ya que existe Estado-bienestar, - aunque la existencia de sistemas de intercambios no monetarios como los SEL franceses son por excelencia un intento de ruptura radical de sus miembros con el mercado formal y pone en tensión hasta el límite la capacidad estadual de resistir ese experimento -, en nuestro país el retroceso del Estado y la destrucción del aparato productivo generó nuevas y más desigualdades que se agravaron considerablemente con el transcurso del tiempo y fue una de las causas por las cuales miles de argentinos se sumaron al movimiento del trueque.
Una estudiante francesa llegada a nuestro país para estudiar el fenómeno y preparar su tesis doctoral sobre el trueque, fenómeno que conoce parcialmente ya que su madre y sus tías son miembros de varios SEL de la región de Bretaña, define a los miembros de los SEL como “unos individuos de cultura macrobióticos, nostálgicos del mayo del 68 que se reúnen a tomar el té en el confort del living de sus casas y de paso trocar[7]”, se asombra por la extensión de la pobreza que percibe su mirada en el conurbano bonaerense mientras viaja hacia Bernal en el colectivo 159, me señala que semejante grado de pobreza y vulnerabilidad no existen en su país natal, comenta las diferencias que puede apreciar entre nuestras villas miserias y las banlieues o la cite roja o de las Quatre Mille , – habitadas mayoritariamente por franceses de cuarta generación, es decir los hijos y los nietos de los inmigrantes de las ex colonias, devenidas ya en ciudadanos franceses pero por ser negros o magrebies son considerados de segunda por la mayoría de la población de origen galo -, y descubren la pacífica hiperactividad con que se desarrollan los intercambios de productos y servicios en el nodo “El comedero”, que recorre sola intercambiando opiniones sin ningún tipo de presiones con los prosumidores que esa tarde ascendían a más de mil, al igual que antes lo hicieron todos y cada uno de los estudiantes que pasaron por allí con total independencia y sin sufrir ningún tipo de condicionamientos, es más antes de ir al club se le indicaban los que funcionaban ese día y se de día la opción de que eligiera donde ir[8] Sin lugar a dudas, asombra a los ojos de un extranjero el laboratorio socio productivo construido colectivamente en estas latitudes y la variedad, cantidad y calidad de los intercambios que se realizan en el desde hace diez años.
Pero hay explicaciones a tener en cuenta para entender lo que pasa, como en todo fenómeno social y esas explicaciones no son únicas, son varias y dependen siempre desde donde se observa el fenómeno. Sucede que el éxito de la experiencia que desarrollamos, estaba en una relación especular con el “éxito” de los logros alcanzados durante los primeros años de la convertibilidad menemista. Ya que durante el primer menemismo, la convertibilidad se asentaba en una premisa restringir la circulación de moneda, congelar salarios y liberalizar las tarifas, frente a esta situación, realizamos una experiencia audaz para la chatura intelectual de nuestros investigadores sociales, desarrollamos un dispositivo productivo – cultural - social y económico de inclusión:, si no hay dinero dentro de la lógica de la necesidad había que asumir el compromiso ético y político de crear instrumentos idóneos para que, si existen “mercados abiertos” que expulsaron mano de obra capacitada en el territorio y nos ahogan con productos elaborados con mano de obra esclava proveniente de otros lares del planeta, entre todos aquellos que teníamos vocación de transformación debíamos construir uno nuestro, con reglas claras en su funcionamiento y protegido hacia el interior del mismo , y se hay ausencia de moneda de curso legal para adquirir bienes, servicios y conocimientos emitiéramos un vale de intercambio que funcionara como bono de descuento y se pudiera utilizar en los dos mercados que visualizábamos existían: uno protegido y cerrado creado por nosotros que eran los clubes y otro abierto y formal conformado por negocios o establecimientos que lo aceptaran como parte de pago. Por que esa astringencia o “sequía” perseguida por los ideólogos de la convertibilidad no era igual para todos los miembros de la sociedad, como en toda sociedad basada en el capitalismo,- modelo en el cual hay ganadores y perdedores -, el modelo tenía dos segmentos de la pirámide social que no padecían este fenómeno, era los sectores más altos y los más bajos, en tanto en el medio como consecuencia de la apertura económica indiscriminada primero se beneficio pero luego soporto sobre sus espaldas los efectos reales y tangibles – no deseados según sus impulsores -, de este modelo. Así casi naturalmente el sistema que estábamos construyendo iba variando de modelo.
Así pues, luego de numerosas lecturas teóricas nos alejábamos del modelo de los Lets impulsados por Michael Linton y su sistema de cuentas centralizadas, para acercarnos a un modelo más ágil y práctico, similar al de las Horas de Ithaca.
Pero a diferencia del sistema de las Horas de Ithaca ideado y desarrollado por el economista norteamericano Paul Glover, nosotros teníamos en mente no sólo emitir nuestro propio bono de intercambio sino además incorporar en la emisión de los mismos los conceptos teóricos concebidos por Silvio Gesell, que fueron aplicados por primera vez en el mundo por la Physiokratische Vereinigung (Asociación Fisiocrática) que emitió sus famosos Physiokratische Geld (Moneda Fisiocrática) a partir de 1916 y luego repitió la experiencia en el asentamiento agrario reformista ácrata de Edén Orianenburg entre 1928-1933, los vales de intercambio emitidos por la Sociedad de Intercambios Wära utilizados en la experiencia de Schwanenkirchen durante los años 1931-1932, la que se realizó desde el Estado Municipal en la localidad de Wörgl en el Tirol austriaco, los scrips norteamericanos durante el reflujo de la gran depresión entre 1932 -1933, y los de la Administración Pública de la Libremoneda de ciudad de Madrid durante los meses de agosto de 1937 a mayo de 1938 en las postrimerías de la guerra civil.
Es decir imprimir “bonos de trueque” para favorecer los intercambios multirecíprocos, como un instrumento que facilite los intercambios y que ese instrumento no sólo se “oxidara” o perdiera su valor día a día si lo inmovilizaba a través de un procedimiento como hizo el gobierno municipal de Wörgl o como para el caso de un vale privado como lo fueron los vales emitidos por la “Sociedad de Intercambios Wara”, sino que los bonos trueque “muriera” luego de ocho años.
Las alianzas con el Estado y con las organizaciones sociales.
El movimiento del trueque fue creciendo con el apoyo de miles de ciudadanos anónimos y otros no tanto. Los primeros en acercarse al fenómeno fueron grupos sociales y políticos como la Central de los Trabajadores Argentinos, la Unión Cívica Radical, el Frente Grande y luego el Partido Justicialista, cuando la experiencia se fue tornando más atractiva militantes de grupos de izquierda y del Partido Humanista pretendió hacer basa en el incipiente movimiento. Algunas figuras públicas de esos años observaron lo que pasaba en las ferias con asombro y también por que negarlo con mucha desconfianza, era común encontrarse en esa época encontrarse por los pasillos a Luis Farinello, Raúl Alfonsín, Rafael Kohanoff, Manuel Glagovsky Federico Storani, Aníbal Fernández, militantes ecologistas chilenos de la corporación “El Canelo de Nos”, periodistas, intelectuales y cientos de intendentes municipales y concejales.
En 1997 el Gobierno Municipal de Quilmes lanza un programa de Huertas Orgánicas y Talleres de Trueque. Luego la primera administración electa por los ciudadanos en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires lanza el PROSOTRA –Programa Social de Trabajo –, una campaña para explicar el modelo, más tarde el de la ciudad de Avellaneda crea el programa REDINCO, el Ingeniero Hugo Daza y el Héctor “Gringo” Ortiz desde la Municipalidad de Palpalá en la Provincia de Jujuy apoyaron el desarrollo del primer nodo en esa provincia, y poco tiempo después Hugo “Pajarito” Conde, Intendente Municipal de San Salvador de Jujuy apoya el lanzamiento de otros y propicia el montaje del Seminario “Derribando barreras” muy parecido a “Buenos Aires sin fronteras”. Estos fueron los primeros actores en construir puentes para establecer confianza reciproca y alianzas estratégicas con vistas al futuro con nuestro grupo. Después se sumarían otros actores político institucionales para intentar encontrar salida a una crisis que parecía no tener fin, disminuir los niveles de conflicto social y elevar por consiguiente los umbrales de la governanza.
Los dos primeros años de la red fueron años de un desarrollo sostenido y relativamente armónico de los nodos, si bien se presentaban algunos problemas menores, en el territorio, pero 1996 fue el año del despegue. En esa época de acercamientos con el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se establecieron lazos de cooperación y se involucraran en esta experiencia nuevos actores políticos y sociales para la difusión y promoción de los clubes de trueque, paralelamente a la iniciativa gubernamental del PROSOTRA – Programa Social de Trabajo -, los Centros de Gestión y Partición Nº 1 y 6 coordinaban acciones para el fomento de emprendimientos productivos que complementaban las acciones de este programa por un lado y los clubes de trueque por el otro. Participábamos en el montaje de escenarios de discusión y participación ciudadana que organizaba el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires junto a otras organizaciones autónomas de la sociedad civil, encuentros ciudadanos que se denominaron “sin fronteras” y que se realizaron anualmente desde la Secretaría de Promoción Social primero y desde la Industria, Comercio, Trabajo y Turismo, el Centro para la Participación Democrática y con el apoyo decido y franco de la Subsecretaría de Descentralización que comprobó sobre el territorio que los Centros de Gestión y Participación eran el ámbito propicio para involucrar a los ciudadanos en forma más plena y como una forma novedosa de comunicación constante. Estas acciones que relato no eran fruto de una mera casualidad, sino que obedecían a una estrategia política concreta ya que algunos de nosotros, que éramos funcionarios del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, desde distintas áreas de mismo impulsamos acciones concordantes que sumaban innovación y protagonismo social tendiente a disminuir los índices de conflicto, elevar los umbrales de la gobernanza e impulsar la construcción de ciudadanía.
Inmediatamente después de desarrollada la Iº Jornada Rioplatense de Trueque Multirecíproco, que se llevó a cabo el 27 de mayo de 1997, se sumo a la incipiente Red Global de Trueque Solidario un grupo de personas que provenía de la Red de Intercambio de Saberes y de la Cibernética Social y Proporcionalismo. Este grupo nace originalmente en Francia a fines de la década de los años 80 y en nuestro país su influencia política y social era más bien pobre, estaba vinculado a grupos académicos y dictaba unos cursos de coaching ontológico en una muy paqueta consultora privada de Palermo Chico. Las personas que provenían de este grupo se suman a nuestro colectivo en una etapa de expansión, cuando el movimiento estaba ávido de incorporar herramientas metodológicas para seguir expandiendo sus ideas y consolidar el capital social que se estaba consolidando desde el interior los clubes. Se ofrecieron para aportar sus conocimientos y realizar contribuciones metodológicas sobre dinámica de grupos pequeños y técnicas para la resolución de conflictos, que como habré de señalar más adelante en este mismo capítulo, se nos presentaba como un autentico carrefour del que no podíamos salir, ya que darle la razón a un grupo significaba automáticamente mal quistarse con el otro.
Poco después nos ceden para ser utilizadas una vez a la semana algunas dependencias de la Dirección General de Mujer, estructura orgánica dependiente de la Secretaría de Promoción Social, en el séptimo piso del “Edificio del Plata”, y conforman a partir de la difusión mediática estadual que se les brinda desde el Área de Comunicación Social, el “Nodo Obelisco de Capacitación Permanente”, allí logran sistematizar un temario y ordenarlo para la capacitación de nuevos prosumidores, ya que se estaba brindando hasta ese momento era poco metodológico y su difusión dispersa, discuten en ámbitos de la red y dan a conocer el denominado “Programa de Alfabetización Económica”[9], para la formación de nuevos adherentes al sistema.
Tal programa basado en la teoría del giro lingüístico es una construcción de lo que se conoce como Programación Neuringuistica inspirada en la llamada Escuela de Santiago que tiene como su máximo exponente al economista (ex - marxista y ex ministro de Salvador Allende) Fernando Flores.
Hay que señalar que estas de personas, se incorporan al colectivo en un momento de alta visibilidad política y de gran exposición mediática y observan que al interior de algunos de los incipientes nodos se generaban disputas entre los asistentes por la poca producción de algunos productos, la demanda de los mismos y la sobreoferta de otros. A partir de esta realidad, utilizando una técnica dinámica para grupos pequeños logran construir colectivamente algunas propuestas para evitar estos “conflictos”, diseñana la nueva teoría de la abundancia y logran mejorar el modelo convivial de forma amigable sobre la base de dos charlas pre y post feria para determinar los aspiraciones, objetivos y área de resultados alcanzada en cada feria; basan su estrategia en las llamadas “leyes de la complejidad” o las “Nueve leyes de Dios” enunciadas por Kevin Nelly que proponen
- Crecimiento descentralizado de pequeñas unidades autónomas
- Control en la base
- Desarrollo desde lo particular y sectorial
- Innovar aprendiendo desde los errores
- Propinar entornos favorables
- Perseguir metas múltiples
- Maximizar lo nuevo
- Gerenciar el cambio y la evolución
- Aceptar que el cambio cambie.
A partir de una invitación realizada a Horacio Covas vía fax, se realizó el primer viaje al extranjero. Horacio Covas, Carlos De Sanzo junto a Heloísa Primavera viajaron a participar del Diálogo Global organizado por el Grupo Internacional de Iniciativas de Base –IGGRI- que se realizo en Finlandia entre los días 5 y 9 de septiembre de 1998 primero en donde se toma contacto y establece relaciones con Luis Perezllera Méndez de México impulsor de los conocidos Tiangliss Tlaloc y Manfred Max Neef un respetado economista chileno que habíamos leído muy tangencialmente[10]; luego fueron invitados por “Le laboratoire du future” una organización académica francesa que como nosotros tiene objetivos comunes tales como la articulación de la sociedad civil, empresas, comunidades y el Estado en aquellas cuestiones que afectan el desarrollo de la vida humana, la autonomía de las iniciativas personales, la solidaridad entre los seres humanos y el respeto al medio ambiente, expusimos en París las ideas y la experiencia que llevamos adelante con nuestro sistema ante diversas organizaciones sociales. Allí también se toma contacto con Alain Bertrand, Smaïn Laacher[11] y Michel Tavernier fundador de la AISE – Asociación para el sostenimiento de la Ecosofía -, que acompaño el viaje de retorno de París a Bruselas.
Y tal como decía Félix Guattari son necesarias dos condiciones par llevar adelante una propuesta o un experimento como este: “el deseo y la voluntad política de asumir las transformaciones que impulsamos”. Al primero lo sosteníamos desde nosotros mismos y la otra había de construirla a partir de la confianza con otros actores en el trabajo cotidiano.
Éramos partidarios de articular nuestra práctica con el Estado y con los segmentos de la burguesía nacional que creían posible construir un nuevo mercado complementario del formal, bajo formas de aparcerías como les gustaba decir a algunos en “poético porteño-portuñol”. Por medio del cual el Estado invirtiera en capital social, capacitando a los capacitadores de prosumidores.
De los primeros conflictos internos a la crisis y fractura.
Para intentar entender lo que sucedió es necesario hacer una cronología de los hechos y datarlos en el tiempo. No existen causas únicas de lo acontecido, pero creo que lo más conveniente es realizar una cronología de las etapas de la red y dar nuestro punto de vista. Según mi criterio existen cuatro periodos en el desarrollo de la red
- período originario
- crecimiento y las primeras tensiones internas
- expansión con el sistema de la franquicia social y la ruptura de la red
- Crisis, oxidación y caída, presente y futuro
La primera etapa de la red que a fuerza de una definición mejor me animo a llamar Período originario, se extendió desde la fundación del primer club en mayo de 1995 hasta mediados de 1997 cuando se realiza la “Primera Jornada Rioplatense del trueque multirecíproco” y aparecen tibias críticas al grupo fundador, bajo la forma de planteos “inocentes” que cuestionan aspectos del modelo original desde lo metodológico hasta lo ideológico. Es necesario señalar sin embargo que el modelo era construcción constante sobre la base del principio del ensayo y error.
Durante este Período originario, que dato entre mayo de 1995-fundación del primer club- y mayo de 1997-fecha de esa jornada-, los clubes comienzan a tener un nivel de desarrollo impensado por su núcleo fundacional que un año después de lanzado el primer club los miembros de estos pasan de 80 a unos 5.000, en tanto la cantidad de clubes asciende aproximadamente a unos 90 diseminados en la zona sur, uno en Capital y otro en Olivos. En esa época los intercambios son registrados en una planilla centralizada en poder del coordinador y tarjetas individuales que funcionan como una suerte de copia de seguridad en poder de cada uno de los miembros del sistema. El sistema muy lento por que se contaba con una rudimentaria PC 286 propiedad de Horacio Covas instalada en el garaje de la casa de Carlos de Sanzo, para registrar las transacciones, el sistema es altamente centralizado e implica una elevada e innecesaria concentración de información en pocas manos. En 1996 para superar las limitaciones que suponía invertir varias horas semanales en el obsoleto ordenador y una planilla de cálculo para detallar los intercambios que realizaban los adherentes al sistema, se emiten los primeros vales llamados créditos o ticketrueque, estos eran entregado conjuntamente con folletería explicativa, los principios, pautas y tradiciones, una serie de recomendaciones para el éxito y un breve sistema de capacitación, a las personas que se incorporaban al sistema. En ese momento se comienza con la entrega de ¢ 50 (cincuenta créditos) por asistente en lugar de los originarios ¢ 20. Durante estos dos años según nuestros registros unas 30.000 personas participan con sus intercambios en 300 nodos, diseminados en todo el país
El segundo periodo al que denomino del Crecimiento sostenido, y las primeras tensiones. Se puede ubicar cronológicamente entre Mayo de 1997 a Mayo de 1999. Durante esos dos años, se producen algunos hechos que dejaran su impronta en de la red y que significaran su plataforma de despegue más espectacular
- se formaliza el primer acuerdo institucional con el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
- la expansión mayoritaria de nodos que siguen los lineamientos del grupo fundacional y reconocen su liderazgo
- un gran número de nodos con vales internos y locales en todo el país
- se organiza la I Jornada de Trueque Multirecíproco
Se presentan durante y después de la mencionada Jornada los primeros cuestionamientos, que irán en aumento, en tanto comienzan a perfilarse claramente dos modelos organizativos e ideológicos contrapuestos que comienzan con disputas por la hegemonía de la capacitación, continúan con las altercados por el modelo organizativo y concluye haciendo eclosión hacia fines de ese año como consecuencia de siete temas nunca saldados que se presentaran con el correr de los años como centrales para el desarrollo del movimiento.
Una aproximación al concepto de política sostiene que esta - la política-, es la disputa por el sentido de la sociedad, entendiendo el sentido como la articulación de las diferencias. En ese sentido dentro del grupo fundador se creía desde en la existencia del principio de la buena fe, que estos cuestionamientos partían de un grupo de compañeros que pretendían disputar la dirección del movimiento, con el tiempo comprendimos que en realidad se estaba disputando la Dirección del mismo.
Los mayores cuestionamientos consistían en
- la emisión y la distribución de los bonos
- disputas por el modelo de la capacitación y el equipo humano que lo llevara adelante
- el modelo de gestión a implementar
- los vales de trueque o moneda social
- las relaciones internacionales
- el mercado de trueque es complementario o alternativo al sistema formal
- los clubes de trueque son tan solo ferias o una estación más en el camino de la construcción colectiva de bienestar y de ciudadanía
- el movimiento de trueque debe expresarse políticamente para evitar los intentos de cooptación que se ensayan desde el sistema tradicional y del Estado
Como una estación intermedia entre las posiciones en conflicto, el grupo fundador acepta la idea de regionalizar el área metropolitana en cuatro zonas, es decir crear las Capital, Norte, Oeste y Sur. Nuestro grupo sólidamente asentados en la zona sur del conurbano bonaerense pero con un fuerte ascendiente en el resto del país, le recordó a los compañeros que llevaban a cabo estos cuestionamientos, que desde su origen el club había sostenido el desarrollo autónomo de la totalidad de los clubes y que esto mismo los facultaba para que asumieran el compromiso y la responsabilidad de emitir y distribuir sus propios vales, – muchos de los cuales llevaban impresa el nombre del nodo y la frase Red Global de Trueque Multirecíproco -, en consecuencia si la zona pretendía emitir un bono general único para ser distribuido al interior de la misma, el grupo fundador lo aceptaba sin dejar de reivindicar su potestad de que sea el libre albedrío de los prosumidores los que determinaran si se seguía usando el bono emitido por el PAR.
El 29 de marzo de 1998 se realiza la Jornada de la Economía del No-Dinero, en la sede del Nodo Lescano de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con la asistencia de unas 100 personas y expositores externos a la incipiente red como el economista José Luis Coraggio.
Reunidos en cinco comisiones los asistentes trabajaron durante el día y realizaron una serie de consideraciones al conjunto de la red que puede ser entendida como la primera expresión de las tensiones en la superficie de la red.
La participación en el evento de este conocido académico, fue importante, ya que este respetado economista altamente comprometido con posiciones de vanguardia, destaco la importancia de experiencias como la llevada adelante por las redes de trueque, señalando que esta una iniciativa productiva por fuera del sistema capitalista, que recupera la experiencia del Mercado en sus orígenes, cuando el propósito no era el lucro sino la satisfacción de las necesidades de los miembros de la comunidad. Destaco los valores ecologistas que anidan en el seno de la propuesta, los principios del comunitarismo y el valor de la asociación como una estrategia múltiple de lucha contra la exclusión. Señaló asimismo una serie de acechanzas que conspiraban contra la red, tales como la natural tendencia al estancamiento pro las limitaciones propias de los intercambios cara a cara, la alta vulnerabilidad de la experiencia dadas las condiciones de reproducción de las mismas desviaciones del sistema formal, que supone se quiere superar.
Para ello propuso alguna táctica a mediano plazo tales como nuevas formas de vinculación, introducir en la red formas de cooperación competitiva entre sus miembros para mejorar la calidad de los productos ofrecidos, incorporara nuevas formas de conexión con el mercado formal y la economía del no – dinero, fortalecer las relaciones con el exterior buscar el apoyo sostenido de los medios de comunicación social.
Nosotros realizamos una lectura crítica de sus comentarios ya que básicamente desde nuestra perspectiva
- la red de trueque se planteo siempre desde sus orígenes como un sistema complementario del sistema formal y no disruptivo de este
- la red era una sola plural y diversa y reconocía de hecho las diferencias que existían en su seno
- la existencia de conflictos es inherente a la especie humana y es el resultado de las pasiones humanas y se soluciona a través del diálogo[12]
Al señalarle estas diferencias adopto un tono marcadamente acamedicista y critico para con nosotros, se puede decir que se “enojo” de que se le discutieran sus opiniones, si bien en un primer momento no le asignamos un valor mayor que el de una discusión muy pronto comprenderíamos que la realidad era bien otra.
Cuatro meses después de este encuentro, editó con dineros públicos un trabajo muy crítico llamando la atención y alertando acerca de posibles conflictos dentro de las redes de trueque y si bien creo en lo personal que su trabajo pone de manifiesto todas las debilidades que el movimiento tenía en ese momento, otras observaciones son incorrectas, ya que en ese momento la única red de trueque en la argentina era la RGT, lo que había era algunos clubes que emitían sus propios vales, quiero decir no había otras redes[13].
Sobre este tema hemos de aclarar mas adelante varios puntos, ya que si bien la red se caracterizo siempre por aceptar la diversidad de opiniones en su seno, lo que aparece allí por primera vez es otra cosa, ya que se trata de incorporar visiones y posiciones que más allá de la valoración que se haga acerca de las mismas, nunca antes habían sido discutidas al interior de la red en forma más o menos orgánica, sino que por el contrario coordinadores de algunos nodos alejados o referentes regionales redactaban documentos que eran “colgados” en la lista de correo de la RGT en Internet y que presentaban como propios de la red cuando en realidad o bien reflejaba opiniones individuales o de algunos grupos y no los del conjunto. Ellos sostenían la necesidad de crear órganos de control internos y espacios institucionalizados para la discusión periódica de los problemas de la red poniendo en planos de igualdad a todos los grupos, así por ejemplo una señora que se presentaba como coordinadora de un nodo en Santa Rosa de Calamuchita – su pueblo de residencia -, reclamaba democratizar la red –hasta que nos enteramos que el nodo era virtual ya que sólo existía en su imaginación, otra que coordinaba un nodo en el Valle de Punilla con cincuenta miembros pretendía que se aplicara el principio de un coordinador un voto y así sucesivamente, era todo un verdadero disparate.
En ese momento, los nuevos actores sumados al movimiento, le piden a miembros del núcleo fundador durante una reunión una tarde de sábado en un local de Callao y Santa Fe, que abandone tal denominación por la carga de paternalismo que tenía y acepte ser denominado de otra manera; a fin de poner fin a las disputas Horacio Covas y Carlos de Sanzo presentes en la reunión, entienden que este planteo en un problema de “cartel” y frente a la criticas de algunos grupos muy minoritarios aceptan el planteo que origina las criticas y a instancias de Carlos De Sanzo se decide conformar, sobre la base del anterior, pasa a llamarse Grupo Impulsor, que es el reflejo de la transición del grupo originario, hacia otro que se presenta ampliado, mucho más plural y heterogéneo.
De resultas de esta reunión se invita a toda la red, a replicar esta iniciativa en las distintas localidades del país, dando origen a un sinnúmero de Grupos Impulsores Locales[14].
Esta decisión, que prima facie busca ampliar la base del consenso, termina transformándose en un auténtico aquelarre ya que se replican instancia de “seducción” que reproduce múltiples discursos, muchos de ellos contradictorios entre si.
A partir de este encuentro un grupo de nodos de varias regiones comienza el enfrentamiento con el núcleo fundacional y los nodos que reconocen su liderazgo, claramente minoritario los disidentes sostienen la autonomía de los nodos ahora pretendidos en auténticas mini redes locales con capacidad y autonomía para emitir sus propios créditos, - algo a lo que el grupo fundador como vimos antes nunca se opuso -, proponen la división del país en zonas autónomas y exclusivas y la conformación de una Comisión Interzonal con el objeto de controlar la emisión de vales realizadas por las zonas, esta propuesta es una clara copia de las reuniones de los InterSel franceses -, que debe reunirse mensualmente con el objeto declarado de auditar colectivamente la emisión y distribución de vales de todas las zonas.
Los responsables del Nodo Obelisco, adoptan una posición que podemos llamar bisagra –oscilante en el lenguaje de la cibernética social por ellos puesto de moda al interior de la red -, entre los dos modelos y llegan a sostener que no hay problema que se superpongan los modelos.
Las disputas en el seno de la Comisión Interzonal entre algunos grupos del interior que se arrogaban una representatividad superior a la del grupo fundacional eran cada vez más notorias, el grupo fundacional concurre cada vez menos a estas reuniones mensuales, ya que este ámbito se había transformado en un auténtico tribunal inquisidor que se atribuía facultades para decidir sobre el destino y el sentido que debía de tener la red[15].
El grupo disidente declamaba discutir acerca de la dirección que debía tomar la red, cuando en realidad pretendían tal como quedo demostrado con el correr del tiempo, buscaban tomar la “dirección” de la misma.
Mientras tanto y al tiempo que persistían varios de los interrogantes antes señalados nos encontramos en la aporía de extender la red a su máxima expresión o seguir los ejemplos de otras experiencias mundiales que bajo el influjo de nuevos garúes de lo social proponían “the small its beautiful” (lo pequeño es hermoso).
Según nuestra visión esta opción era reducir el experimento en marcha y las expectativas que generaba en el seno de una sociedad en crisis a una mísera vida comarcal cuasi medieval y no servia a los objetivos de incluir el movimiento del trueque en una base de lanzamiento de un programa de desarrollo local .
El día 9 de agosto de 1998, se realiza la “Segunda Jornada Rioplatense del Trueque Multirecíproco” a la que asisten más de 15.000 personas.
Para ese entonces se calcula en 400.000 los adherentes al sistema en todas sus variantes y unos 1000 nodos en todo el país.
Hacia mediados de 1999 se puede datar la tercera etapa de la red que denomine Expansión por el sistema de la Franquicia Social y ruptura formal de la Red. Al regreso del viaje por Europa se abre un proceso de debate interno, de resultas del mismo se redacta y difunde la “Segunda Plataforma de la Red Global de Trueque” que consiste básicamente en una serie de recomendaciones que el núcleo fundador, - llamado a partir de entonces Grupo Impulsor -, realiza frente a la demanda social para la conformación de nuevos clubes de trueque y el compromiso de asistencia para el desarrollo de emprendimientos duales que puedan actuar en los dos mercados. El tema de los créditos locales y regionales se presenta como espinoso ya que pequeños grupos se resisten a la masiva adhesión de los socios al crédito nacional del PAR.
Se llama Grupo Impulsor a un grupo de prosumidores de la Red Global de Trueque que se reúne todos los meses para compartir nuevas propuestas de reflexión o la organización de actividades que tienen relación con la red, como así también informar sobe los avances y dificultades de distintos Nodos o proyectos de prosumidores.
El núcleo fundador llega a un acuerdo con Eduardo Valot un importante empresario de la zona sur, propietario de predio “La Bernalesa” que por medio de un acuerdo nos permite inaugurar el día 27 de junio de 1999 el Nodo “La Fábrica”, y posteriormente el 17 de octubre del mismo año cuando conmemoramos de acuerdo a una efemérides de las Naciones Unidas el Día Mundial de Erradicación de la Pobreza”, rebautizado Nodo “La Bernalesa”.
En ese entonces se plantea la segunda y la tercera diferencia de una larga serie de disputas que a continuación se irán desatando, la entrada al nodo “La Bernalesa” se cobraba en créditos y pesos.
Para nosotros el dinero ocupaba un lugar como objeto que no era ni más ni menos importante que otros, es decir los pesos debían de ser considerados como un insumo más, ya que con ese dinero recaudado se pagaba el alquiler del lugar y el resto de direccionala para la adquisición de insumos básicos que a través de la proveeduría del nodo se le entregaba a los prosumidores de alimentos elaborados.
Para el “núcleo de acero” del Nodo Obelisco de Capacitación Permanente esto era casi una herejía.
En sintonía con estos hechos se formalizan dos acuerdos editoriales uno con la revista Foco de la Semana y otro con Segundamano, que son canales de comunicación directa con miles de personas en forma semanal. Los avances del núcleo fundacional son notorios y se manifiestan en la utilización masiva de los vales de la RGT- PAR, por sobre aquellos que sostienen la idea de los vales locales.
Tenemos a partir de entonces dos realidades,
- nodos que emitían sus créditos internos se reagrupan zonas y conforman redes locales pretendidamente autónomas del modelo al que despectivamente llaman de Bernal, realizando una práctica autónoma de la desarrollada por grupo fundacional. Tenemos así la Red Mar y Sierras que se extiende desde Mar del Plata hasta Necochea, Tandil e intenta expandirse por todo el litoral de la costa atlántica hasta San Bernardo, la Red Del Sudeste Bonaerense que es una escisión del grupo de Bernal, la Red Noroeste Bonaerense y varias mas locales como la de Las Flores o la de General Villegas entre otras muchas ubicadas en otros tantos pueblos
- nodos que emitían sus créditos internos pero aceptan en forma simultánea los de la RGT-PAR
- nodos en todo el país que únicamente utilizan los vales de la RGT-PAR o del “arbolito”, que en su momento de máximo esplendor llego a contar con varios miles de nodos en todo el país.
En detalle analizare más adelante cada uno de estos tópicos.
Los primeros claman por la autonomía y la vinculación en red de los nodos y las zonas, son partidarios de nodos pequeños con escasa cantidad de personas, ya que sostienen que este modelo reconstituye el lazo social destruido por la aplicación de políticas neoliberales. Para este grupo el sistema trueque y los instrumentos de intercambio que emiten es alternativo al sistema formal
El segundo y tercer grupo de nodos aceptan el liderazgo del núcleo fundador que pasa nuevamente a ser llamado y reconocido como Consejo Asesor, propician nodos con gran afluencia de personas, abundancia de productos y mercaderías para retroalimentar cada vez más la feria, incentivar micro emprendimientos productivos y articular el mercado trueque con el otro mercado que pasa a llamarse formal.
Para nosotros los bonos de trueque, operan como un bono de descuento en las ferias al 100% del precio de los productos ofrecidos y en los locales comerciales del mercado formal es complementario de la moneda de curso legal y el quantum del descuento es consecuencia de una transacción entre partes.
Hacia fines del año 1999, un grupo de coordinadores encabezados por los responsables del “Nodo Obelisco de Capacitación Permanente”, organizan un seminario en la ciudad de Buenos Aires, logran convocar a unas 70 personas de 11 países muchos de ellos académicos y algunos impulsores de sistemas de intercambio con monedas locales, se realizan una serie de conferencias en la Facultad de Ciencias Económicas a la que asisten y participan el economista uruguayo Camilo Ramada que representa a Aktie Strohalm de Holanda, Peter Moers a FUNDER de Honduras y Stephen De Meulenaere impulsor de los LETS en Canadá e Indonesia. La mayoría de los asistentes creen que es la RGT la que impulsa esta actividad, y hasta bien entrado el año 2001, muchos de los asistentes a ese seminario confundían ambas organizaciones tal como se desprende de la lectura de los mensajes del foro electrónico de la rgt. El grupo del Nodo Obelisco organiza un foro electrónico sobre Moneda Social para intercambiar experiencias, www.money.socioeco.orgcomo dato interesente, y a tener en cuenta, cabe señalar que de la lectura de los mensajes del foro podemos observar como se apropiaron de documentos que tenían por destinataria a la RGT y no los hicieron circular[16].
Conformar la REDLASES - Red Latinoamericana de Socio Economía Solidaria -, que se presenta como parte de la RGT primero, aunque poco después comienzan a realizar fuertes critica al desarrollo de la red y luego anuncian su decisión de crear nuevas redes de clubes de trueque en sinergia con otras formas economía solidaria, es decir aspira a transformarse en una mega red de alcances continentales, articulando las posiciones que José Luis Coraggio expusiera en el documento antes señalado, con algunas propuestas de Luis Razeto, acciones con el Instituto de Ecología Política de Santiago de Chile, el Banco Palmares de Fortaleza en Brasil, el PACS de Río de Janeiro, el gobierno del estado de Río de Grande do Sul y la Asociación de las Voces Libres de Bolivia que había creado un programa de micro crédito. Poco tiempo después relatan la experiencia de su recorrido de dos años en la red, incluyen un nuevo principio a los doce originales, que ya había sido motivo de fuertes disputas personales en el número 3 de la revista “El trueque” que dirigía la Dra. Heloísa Primavera.
Comienzan entonces a diferenciarse totalmente del grupo fundador, un año después editan un opúsculo en el declaran su abierto enfrentamiento con la RGT-PAR y desarrollan los pasos a seguir para crear una red de trueque solidario.
Se había consumado realmente la ruptura que llevaba casi dos años de gestación, una ruptura de carácter ideológico tal como veremos más adelante, aunque son se animaban a decirlo con todas las letras en forma pública.
Como todos sabemos la metodología de las personas son un fiel reflejo de la ideología, y en ese sentido los compañeros que llevarán adelante la ruptura desde mediados de 1998 llevaron adelante en la lista de correo rgt que es una política de confrontación interna constante.
La lista de correo rgt de egroups, se había transformado en un territorio de disputas y de injurias constantes que desvirtuaban su objetivo.
Por ello el responsable y moderador de la lista decidió no publicar algunos mensajes de claramente injuriosos hacia miembros de la red y abrir otra lista que denomino debatesrgt para que allí el que quisiera debatir lo hiciera con total libertad y sin censura.
Esto para los oponentes fue la piedra del escándalo, sintiéndose censurados la mayoría de los críticos redobla la apuesta.
Se puede apreciar en los mensajes sin embargo que "una difusa frontera", para usar la expresión de un crítico a a la RGT que manifestó al autor de estas líneas no ser de la RTS, se plantea entre la acción de moderar el contenido de mensajes agresivos o injuriosos y el declamado acto de "censurar"
Es por ello que, cuando uno lee los mensajes observa que la mayoría de las personas nuevas que se incorporan a la lista se preguntan por el alto nivel de conflicto. Ahora bien, de la atenta lectura de los mensajes allí alojados y según mi perspectiva los responsables de esa ruptura, solo buscaron la oportunidad cronológica de materializarla y presentarse en sociedad; esa oportunidad, como veremos enseguida no estaba lejos. Estimo que para esa época que en todo el país había unos tres mil nodos con entre cuatrocientas y setecientas mil personas participando activamente, lo que implica un impacto societario de entre un millón doscientas mil a un millón cuatrocientas mil personas.
Todo el año 2000 transcurre en medio de fuertes cuestionamientos que lleva adelante el grupo disidente y que alcanzan su máxima expresión cuando se formaliza en el mes de diciembre de ese año un acuerdo de colaboración entre la AAPAR –Asociación Amigos del Programa de Autosuficiencia Regional-, con la SEPyME. Este acuerdo supone para los miembros de la Red de Trueque Solidario un tratamiento desigual de parte del Estado, se abre ahora una nueva etapa de presiones políticas y logran ser recibidos en varias oportunidades por el titular de ese organismo. Paralelamente se plantean algunos cuestionamientos de parte de algunos funcionarios de la SEPyME para con nuestra organización que tienen su origen en cuestiones ideológicas, la actitud de algunos funcionarios de segunda línea en interior del país es cuestionada por nuestros compañeros y una serie de cuestionamientos cruzados lleva a que el convenio de colaboración queda sin efecto unos seis meses después es decir en junio del año 2001.
Como dije anteriormente el equipo de capacitación permanente al crear la REDLASES había iniciado el camino de la ruptura, ahora bien esta ruptura no fue de un día para el otro y no nos tomo por sorpresa fue una decisión meditada por estas personas y algunos referentes zonales a lo largo de casi dos años y que se manifestó de diversas: bajo un doble discurso, que era comunicada a los prosumidores en los nodos y discutida su oportunidad en las famosas reuniones interzonales, reuniones en las cuales se nos pretendía auditar a toda costa y objetaban sistemáticamente los balances de emisión de créditos, reuniones en las que se nos acusaba de ser prácticamente responsables de la injusticia del mundo y en las que de las amenazas verbales pasaron a una con un arma de fuego.
A partir de ese momento terminamos el dialogo con la gente de la Red de Trueque Solidario.
Hacia fines del año 2000 el Polo de Socioeconomía Solidaria de la Alianza para un Mundo Responsable, Plural y Solidario y la Fundación para el Progreso del Hombre – que dicho sea de paso habían auspiciado el Seminario de Diciembre 1999 -, preparan un foro electrónico que se lleva a cabo durante los días 5 de febrero al 5 de abril de ese año y entre los días 18 al 20 de abril del 2001 realizan un encuentro en Santiago de Chile denominado “Moneda social y nuevas formas de economía solidaria” del que realizaron un informe y cuyas conclusiones forman parte del “Cuaderno de Propuestas de la Alianza”. De ese encuentro participaron 37 personas de 10 países. Por supuesto y como no podía ser de otra manera la mayor parte de la discusión estuvo centrada en la RGT, su extensión y su forma de crecimiento, ya que este el que el modelo que esta propone se expande y crece; en tanto que el de la RTS no.
Los más importantes animadores cibernéticos de la experiencia y que coordinaban varios grupos en el interior, tenían una visión muy crítica hacia la Dirección de la red.
Sostenían entre otras cosas que la crisis de la red era consecuencia de ausencia de sopote técnico por un lado, y que se sentían censurados en la lista de correo rgt, lista que insisto siempre se presento como una lista de correo moderada (ver primer mensaje de la lista RGT).
Es así que le dan nacimiento a lista de debate a la que llaman “truequelibre”, invitando a participar de la misma a todos los que se sentían censurados o estaban enfrentados con la RGT – PAR ( sa agregará como pie de página algnos de los primeros mensajes para ilustrar más acabadamente este tema)
A pedido de algunos participantes he decidido, por expreso pedido, no hacer nombres personales de personas que decidieron "dar vuelta la página del trueque".
Sin embargo la posición critica de algunos mutó en franca hostilidad de otros. Acá hay que - para hacer honor a la verdad -, decir que la hostilidad fue recíproca, quiero decir no había niñitos de la "Salita Turquesa" del Trinity College de Cambrdge, en una lista, ni de la "Salita Rosa" del Jardín Semillitas de Olivos en la otra, sino personas que en varios casos venían del mundo de la política y abrazaron posiciones casi finales en ambos grupos.
Había casillas abiertas a nombre de personas inexistentes, popularmente conocidas como “truchas”, eran usadas en forma anónima por algunos para agraviar impunemente a la dirección de Red Global de Trueque ( desgraciadamente en la actualidad no puedo ingresar en "truequelibre" ya que el actual administrador de la misma me debe de haber dado de baja, sin embargo en mi poder obran varios mensajes que sostienen mis dichos y que no agrego tan solo por el buen gusto).
Frente a esta situación cada vez más compleja, el llamado "Consejo Asesor" integrado por los miembros del grupo fundador que siempre mantuvo oficinas en Bernal, con teléfonos propios, logística y existencia real, decide en vista de la demanda de apertura de nuevos nodos en el interior del país de diseñar un sistema para articular la incorporación de nuevos prosumidores, la apertura de nodos, la capacitación para prosumidores y capacitadotes y la emisión de los créditos requeridos por los nuevos usuarios y responder bajo demanda, esto es ante pedidos expresos de parte de nodos o personas interesadas dispone que algún miembro del equipo de capacitación permanente viaje al interior del país para expandir el modelo.
Como el Programa de Autosuficiencia Regional era a la vez una ONG y una editorial, se decide en una reunión a la que asisten más de trescientos responsables de nodos diseñar un sistema para la replicabilidad del modelo; nace el Sistema de Franquicia Social, que constará de la emisión y distribución de los vales con una publicación informativa que variaba constantemente. El Sistema de Franquicia Social, es un modelo concreto replicable que mantiene la esencia del proyecto fundacional del club del trueque. En ese sentido propone herramientas comunes tendientes a lograr coordinación estratégica, integración económica y compartir recursos dentro de la red, en un soporte impreso tipo publicación.
A partir de este sistema se pretende lograr coherencia y unidad de acciones sin perder de vista la diversidad de los actores que participan de la red, la circulación de la información entre los prosumidores y la democratización del proceso de toma de decisiones.
Era una Franquicia, por que el modelo es concreto y replicable, pero a diferencia de una comercial esta es Social, por que pretende financiar la continuidad del proyecto por un lado y la satisfacción de las demandas y necesidades que a diario planteaban el conjunto de los usuarios del sistema.
Los asistentes a la reunión deciden otorgar a los fundadores de la red la tarea de velar por el proyecto y se propone recrear la figura del Consejo Asesor de la Red Global de Trueque, conformado por los fundadores de la red, establecer líneas de acción con el Estado, expandir la red a su máxima expresión como un modelo complementario con el sistema formal y alcanzar los objetivos propuestos. Algunos responsables de nodos del interior que hasta ese momento habían emitido y distribuido sus propios vales plantean la necesidad de utilizar una sola moneda trueque en todo el país y en ese sentido realizar depósitos en caución de los locales por los del PAR que comienzan a ser llamados “nacionales”, “federales” o “del arbolito”.
Es necesario señalar aquí a esta altura del trabajo que existieron más de 7000 clubes de trueque en todo el país, que de este total sólo aproximadamente 1000 de ellos fueron parte de redes locales que se identificaban con la Red de Trueque Solidario y usaron a lo largo de ocho años más de 800 tipos de vales distintos, que los prosumidores fueron cambiando en depósito por créditos del PAR, debido a su mayor grado de confiabilidad.
Por fin llegamos a la cuarta etapa que me parece más apropiada llamar Crisis, oxidación y caída: presente y futuro. Todo el año 2001 fue un año de crecimiento exponencial caracterizado por la incorporación masiva de personas, en mayo del 2001 suspendemos la acreditación de nuevos adherentes al sistema por que comprobamos que se estaba montando una falsificación de créditos a escala sin precedentes, la participación de personas que desarrollaban actividades poco éticas –aunque de difícil comprobación -, sumado a un vacío legal que supuso que el Congreso de la Nación no tratase alguno de los múltiples proyectos presentados a fin de regularizar la actividad dentro de un marco legal, múltiples intentos de cooptación política, fuertes ataques mediáticos y los efectos de los planes Jefes de Hogar, que desalentaron la actividad, el modelo de trueque multirecíproco con vales de trueque estaba a punto de colapsar.
Había que encontrar una salida frente a la crisis y se propuso a los miembros de la red una serie de medidas de fuerte incidencia que irían a tener consecuencias:
- cambiar los créditos de 20 y 50 de la emisión anterior por nuevos vales de 20, 50 y 100 créditos sin costo económico alguno para aquellas personas que efectiva real y forma comprobable continuara con la experiencia
- desechar los vales que eran ostensiblemente falsos como ser aquellos de las series cuenca emitidas por nosotros
- oxidar la moneda de acuerdo a una tabla extremadamente rígida para con aquellas personas que habían acumulado créditos
- reempadronar a los miembros de la red y capacitarlos en forma constante por medio de un kit de iniciación
- entregar una nueva credencial a los miembros de la red y un validador para comprobar la autenticidad del vale.
Estas acciones se diseñaron durante los meses de mayo a agosto y despertaron una gran expectativa en los grupos de personas que continuaban con la actividad, ya que es justo recordar que la masiva falsificación erosionó el sistema, los productores genuinos se retiraron y muchos nodos siguen funcionando con mecanismos de control más rígidos.
Los detractores de la RTS desde el espacio de la lista "truequelibre", realizaban un sin fin de elucubraciones afiebradas e infinidad de combinaciones posibles acerca de los pasos que dábamos; algunos sostuvieron que íbamos a reempadronar a un costo de $ 2 a cada miembro de la red que tuviera créditos, otros que cobraríamos una tasa en pesos según la cantidad de créditos que tuviera cada prosumidor, etc.
Como la estrategia y los pronósticos no eran los esperados por ellos una campaña sucia de desinformación mediática vino a suplir sus errores de cálculo.
La aplicación de la tabla de oxidación es leída como una “estafa” por medios de derecha sensacionalista como Canal 9 y Radio 10 que se lanzan desembozadamente a cuestionar la red. Muchos prosumidores se alejan de la red y cientos de nodos se cierran con la misma rapidez con la que se habían creado, la culpa del descalabro cae sobre la testa de algunos de nosotros.
La disputa de fondo estaba por empezar.
La experiencia parece naufragar y son muchas las personas que lo creyeron. Pero si la experiencia no naufragó, fue por el deseo puesto en juego por la mayoría de nosotros.
Aún así, el futuro se presenta como una nueva torre de Babel, desde la cual unos grupos de personas desde varios nodos hemos comenzado la reconstrucción de la red.
De eso hablaré más adelante.
En que benefician las monedas comunitarias a sus localidades
Las monedas comunitarias a lo largo de los años y en todos los lugares donde han sido instrumentadas han demostrado su eficacia ya que pueden:
- aumentar los lazos sociales existentes entre los miembros de una comunidad y construir nuevas relaciones entre ellos
- revaloriza el valor del trabajo de los individuos dentro de una comunidad
- elevar los niveles de acceso de las personas a las mercaderías y a los servicios que necesitan y a los que no tenían acceso por ausencia de dinero de curso legar, aumentando la energía improductiva de las esas personas
- disminuye la vulnerabilidad de una sociedad local en las fluctuaciones de los mercados esto es lo que demostraron David Weston primero y Michel Linton después a través de las experiencias que generaron durante las crisis que se desataron en Commox Valery de la isla de Vancouver durante los primero años de la década de l980
- propicia y promueve el compre local, apoyando las industrias, la producción de artesanías y los comercios existentes en las localidades
- los sistemas locales desarrollan nuevos mercados locales, aumentando la diversidad de productos ofrecidos
Ahora bien, las monedas comunitarias o de proximidad tienen un limitado radio de alcance y no son aceptados grupos de usuarios del mismo sistema, por eso se proponía la utilización de una moneda trueque nacional.
Modalidad para la emisión de los créditos: ¿Cómo y quien “emite” los créditos?
Este ha sido siempre un tema complejo origen de todas las críticas desde dentro y fuera del sistema, que ha suscitado marchas, replanteos y conflictos[17]. Como hemos visto el primer objetivo fundamental de los clubes de trueque es propiciar la reciprocidad y la ayuda mutua entre sus miembros. El trueque multirecíproco es un sistema diseñado para lograr ese propósito. Ya sea que se trate de trueque directo ese realizado entre dos personas por un producto o un servicio determinado, o bien sea multirecíproco, bien se trate de intercambios en los que se emplean sistemas informáticos centralizados de unidades de cuentas, ya sea a través de elementos simbólicos o simples libretas donde se registran como al comienzo de nuestra experiencia las transacciones entre los miembros del club, cuando hablamos de créditos hablamos de una herramientas facilitadora de la energía grupal acumulada al interior de la red.
Las características de las mismas, su función, límites legales y restricciones de uso, la diferencian marcadamente del dinero de curso legal. Los elementos simbólicos empleados en los clubes de trueque son parte inseparable de un servicio; son unidades de medida y no valores. Pero este servicio se asienta en la idea central de que la experiencia es un acuerdo de social, pero de ninguna manera los créditos garantizan que por si mismo se cumpla este acuerdo social, lo único que puede hacer cumplir tal acuerdo es la confianza que se establece entre sus miembros.
Las herramientas de intercambio son creadas y asignadas a los usuarios por la red. Dado que gradualmente va creciendo el volumen de los intercambios, se hace necesario aumentar paralelamente el circulante. Este requerimiento se satisface con sucesivos emisiones y asignaciones de créditos entre los usuarios del sistema o sea de la totalidad de la Red, asegurándose que la distribución sea equitativa. Debido a que cada integrante se compromete a devolver la misma suma de créditos recibidos y no puede reclamar por créditos acumulados que excedieran esa suma, se resuelven, dos cuestiones de peso del sistemas: que no es necesario un respaldo tangible para las herramientas de intercambio y la existencia de un límite a la acumulación No hay una exigencia de respaldo real.
El convencionalismo instituido en la red reconoce una determinada cantidad de productos, bienes o conocimiento que cada nuevo integrante incorporará a red a partir de su inclusión en la misma, ya que en realidad cada integrante recibe un préstamo de una determinada cantidad de créditos que se compromete a devolver si se retirara de la red, los miembros de la red no son los dueños de esos instrumentos facilitadores de intercambio, ya que los mismos no son un valor –como lo es dinero-, sino que cada miembro de la red es usuario de un servicio que caduca, si él se retira del sistema.
Una consecuencia lógica de lo expuesto, es que los responsables de editar los créditos son sus “propietarios”. Son los proveedores de un servicio que se extinguiría sin consecuencias legales o económicas, si decidieran finalizarlo. Los billetes, monedas y los depósitos a la vista constituyen el único medio de pago legal.
Los créditos utilizados en la Red Global de Trueque no son un instrumento ni un documento.
Esto implica que nadie puede hacerlo valer ante un juez para ningún tipo de demanda. Por lo tanto, tampoco es una promesa ni un medio de pago y no tiene fuerza cancelatoria de deuda alguna. Su posesión no otorga derecho a reclamo ni es un crédito sobre un grupo, sociedad o mercado, como es el caso del dinero de curso legal[19].
Los créditos son facilitadores de la reciprocidad entre los miembros de la Red.
El uso de un patrón externo o referencia a algún tipo de moneda, se hace con el único propósito de contar con algún indicador que sirva de guía para asegurar la equidad en los intercambios.
No implica convertibilidad alguna respecto a algún valor, servicio o producto.
Nadie está obligado a editar créditos ni en consecuencia nadie esta obligado a aceptarlos. Quien acepta créditos debe saber que lo hace bajo su entera responsabilidad y porque el sistema tiene credibilidad, así como las personas que lo integran.
Debe saber asimismo que en la Red no existe una jerarquía superior a la que pueda recurrir para hacer valer un reclamo en este sentido. La sustentabilidad de esta norma depende entonces de los actos responsables, capacitación y solidaridad de los miembros de la Red. En todo momento deben recordar que aceptaron estas condiciones, porque evaluaron que les brindaba una mayor oportunidad para realizarse como persona que la ofrecida por el mercado formal.
Si bien algunas experiencias se presentan como una opción radical frente al capitalismo globalizado, nosotros creemos que en nuestro país no están dadas las condiciones para ello. El club de truque ha sido desde siempre una estrategia de contención aprovechando los recursos ociosos en el seno de la sociedad, recreando el trabajo en lugar del mero asistencialismo, propiciando el empleo registrado a partir de la conformación de empresas sociales entre los miembros de la red, como parte de acciones complementarias del mercado formal y no disruptivo de este. Entendemos pues que es necesario en ese sentido avanzar desde una concepción “fabiana”[20] y propiciar la relación de los miembros de la red entre los dos mercados, el formal y el del trueque[21].
Algunas características de los bonos de intercambio para el sistema de trueque.
Como he señalado hay tres tipos de créditos y una serie de características comunes que es necesario aclarar para entender el fenómeno,
- los créditos internos, son aquellos créditos emitidos por clubes de trueque que no están vinculados a ninguna red o que utilizan esta práctica como parte de una estrategia defensiva en situaciones de crisis del sistema como la que se vivió durante el año 2002
- los créditos locales o zonales, posibilitan la creación de nuevos clubes de trueque en localidades del interior alejadas del alcance de la red. De esta forma es posible la creación de herramientas sin tener una dependencia directa de la red
- los créditos de la RGT
Como señalamos anteriormente los créditos refuerzan los lazos de la comunidad en el intercambio de bienes y servicios, ya que los mismos son una faceta de la confianza mutua, están alejados de las prácticas especulativas de dinero de curso legal, - y si bien desde un principio y así esta escrito en un sin número de documentos, como el manual para los capacitadores y en la publicación no periódica Franquicia Social -, ya que la acumulación forma parte de una pasión humana su acumulación es desalentada por medio del mecanismo de la oxidación.
Siempre sostuvimos que la responsabilidad de los editores se limita a la provisión de vales seguros, distribuidos en forma equitativa y en la cantidad necesaria acorde al número de usuarios de la Red y para mantener la equivalencia[22]-[23], con muy pequeñas variaciones conceptuales la Escuela de Trueque Solidario de la Red de Trueque Solidario realizó una serie de publicaciones coincidentes con estas apreciaciones[24].
Las zonas de la Red de Trueque Solidario, con el transcurso del tiempo primero cuestiono la capacidad de la Red Global de Trueque de conformar nodos en diversas localidades del interior del país para que la integraran ya que sostenían que esa actitud - la de expandir el uso del vale y la conformación de nodos en localidades que los primeros entendían y reivindicaban como propias constituía una actitud “imperial”, luego determinaron que aceptaban una cantidad ínfima de créditos emitidos por la RGT llegaron a sostener que se podía utilizar hasta vales de ¢ 2 de la serie A y hasta el vale 18.000, pretendía desconocer el crecimiento real de nuestra red y por último decidieron prohibir en la Reunión Interzonal del 14 de abril del 2000 que los adherentes al sistema de la RTS en sus nodos usaran nuestros créditos. Esto se transformo en un auténtico disparate que los llevo a un carrefour frente a los miembros de su red, ya que los usuarios del sistema siguieron usando todos los créditos que poseían, sin prestar demasiado atención a las recomendaciones que se les hacían desde la coordinación de los nodos de la Red de Trueque Solidario. Esto era así por que algunos referentes zonales demostraron poseer una excesiva tendencia a erigirse en “auditores” de las acciones del núcleo fundacional de la red y de las políticas que se instrumentaron para su expansión, generando múltiples tensiones al interior de los nodos y de las redes mismas, afectando las operaciones de intercambio que realizaban los miembros de las redes. Recientemente sin embargo en el marco de una discusión en una lista de correo electrónico, uno de ellos reconocía que la sobre emisión de créditos también había sido realizada por la Red de Trueque Solidario[25].
Nosotros no aceptamos que se nos endilgue la acusación de sobre emitir créditos, emitimos por demanda y de acuerdo a la cantidad de personas que se incorporaban al sistema, y los emprendimientos como los gastos que insume la administración son solventados con los créditos que se recaudan. Si retrocedemos en el tiempo y recordamos que Durante la Jornada del No Dinero, un grupo de personas recientemente arribadas a la red y que provenían de diversos sectores políticos inician un primer intento de tomar por asalto la dirección de la red promoviendo un debate carente de sentido en esos momentos - para abundar el Partido Humanista y el grupo Nuevo Horizonte de San Telmo vinculad a Gustavo Beliz incidian en el Nodo Obelisco - . Para avanzar sobre el grupo fundador en el seno de la Comisión Nº 3 de la citada Jornada se propone en 7º punto la conformación de una “Comisión Interzonal” para el desarrollo y ajuste de las propuestas relacionadas con la emisión de los créditos y su control por parte de otras zonas o grupos ajenos al emisor. El grupo fundador de la Red, entiende que la propuesta no tiene suficiente consenso al interior de la misma, no acepta que no puedan existir nodos que utilicen o privilegien el uso de tal o cual vale y en consecuencia esos grupos proscriban la utilización de los vales emitidos por la Red Global de Trueque -Programa de Autosuficiencia Regional. Hay que recordar que de la reunión participaron 200 miembros de red, sobre un total aproximado de 250.000 participantes que tenía por ese entonces la red, pero decide concurrir a las reuniones de la mencionada Comisión Interzonal pero dejando a salvo su disidencia con la propuesta que se adopta por los asistentes a esa comisión y declama su autonomía.
Hasta ese momento las diferentes zonas aceptaban la totalidad de los créditos y no había control interno cruzado como se propuso en eso momento.
Se esgrimía como argumento principal la necesidad de un control total de parte de las zonas, contra las supuestas prácticas hegemónicas del grupo fundador.
La expresión moneda social fue acuñada por Horacio Covas, Carlos De Sanzo y la Dra. Heloísa Primavera durante un encuentro realizado en Finlandia en 1998.
Rápidamente su uso se extendió al interior de la red sin embargo a mediados de 1999 primero, luego en forma más extendida a partir del año 2000 y al calor del debate acerca del sistema de la Franquicia Social comenzó a gestarse una querella interna dentro de la red acerca de ese concepto.
Uno de los puntos nunca saldados con la Dra. Heloísa Primavera principal impulsora de la extensión de esa denominación y con los miembros de la Red de Trueque Solidario, es el hecho de que siendo la moneda de curso legal el principal elemento creado por el hombre que orada la sociedad, mal puede un instrumento de intercambio creado en forma alternativa y no disruptiva del sistema formal, llamarse y considerarse a si misma moneda “social”.
Nosotros siguiendo algunos escritos de Guilles Deleuze[26] que lo social es un híbrido que se constituye entre lo público y lo privado.
A partir de esta conceptualización desde grupos primigéneamente ligados a la Red de Trueque Solidario, aunque ahora aparentemente alejados de la misma, han comenzando a desarrollar el concepto de “moneda socialmente construida”, en tanto otros hablan de “moneda socialmente empoderada”[27].
Personalmente entiendo que esos conceptos y denominaciones serían incorrectas, ya que ambas en su seno conllevan a un auténtico oximoron, y en consecuencia preferiero llamar al instrumento facilitador de los intercambios moneda trueque. En tanto aceptamos y reconocemos algunas definiciones gestados en otros países; definiciones tales como monedas locales, monedas fondantes y monedas plurales ya que dan cuenta de realidades concretas alternas a la nuestra[28].
Las características fundamentales y distintivas de la moneda trueque o monedas plurales pueden ser a nuestro criterio los siguientes:
- deberían de ser emitidas por una asociación civil, una mutual, una fundación o una empresa que le brinda un servicio a la red y que es autónoma de la misma
- su entrega a los usuarios del sistema en idéntica cantidad, garantizado de esta forma su distribución equitativa
- oxida mensualmente el 1% de su valor nominal
- se renueva año tras año en un nuevo acuerdo social
- la masa monetaria retirada por medio de la oxidación, deberá ser reintegrada al sistema por medio de préstamos solidarios a sus miembros, por medio de inversiones genuinas para que esta parte maldita, deje de ser un gasto improductivo y se transforme en el “arbeit” que soñó Silvio Gesell en el finasterio de Edén Orianenburgo.
Sin embargo el año pasado la red vivió una gran crisis debido a dos componentes.
Un laboratorio social a escala
Una experiencia comunitaria conforma un laboratorio social a escala cuando de una experiencia mínima conformada por una treintena de personas de da la explosión que nos toco ver. El movimiento del trueque en sus múltiples formas es una dinámica que forma parte de la Economía Social, una forma económica cuyo fin es el bienestar colectivo, autogestionado y no la acumulación de riqueza.
Un club de Trueque es una red de personas que proponen la autogestión y el apoyo mutuo, cuya finalidad es facilitar la participación, el intercambio de bienes y servicios sin dinero y estimular el mejoramiento de la calidad de vida de sus miembros. Un club de trueque no posee identificación política, religiosa o de ningún tipo. No recibe financiamiento de ninguna organización o del Estado. Su organización interna es horizontal en la que no existe ni presidente, secretarios o cargos que impliquen un orden jerárquico, pero para funcionar se implementan ámbitos de coordinación, de acuerdo a las necesidades funcionales que van surgiendo y se respeta internamente el grupo fundador.
Los participantes en las redes de trueque adhieren una ética o declaración de principios que orbita alrededor de la noción que la realización humana no está condicionada por el dinero. Quienes lo categorizaron como una utopía primitivista, se han encontrado con un creciente movimiento social que ha vigorizado a sociedades sumidas en profundas crisis económicas, como es el caso argentino.
Frente al retroceso del Estado y a un mercado formal sin reglas, casi bandolero, sectores de la sociedad demostraron que la construcción de otro paradigma es posible.
Explicar la caída
Las derrotas y las caídas son explicables en si mismas, quiero decir son hechos de los que hay que hacerse cargo, analizando los errores cometidos.
Marc Bloch no se equivoca cuando señala que la historia sirve para a partir de una lectura del pasado comprender el presente[29]. También es necesario señalar que hay pasado cuando se ve el futuro, quiero decir si pensara que todo esta perdido estaría sumido en la peor de las depresiones y habría tirado todo por la borda, pero esto no es así.
En lo personal no me siento vencido, se que hemos sido derrotados por un conjunto de intereses unos más o menos visibles, otros mas o menos oscuros disfrazados y todos casi siempre solapados.
La experiencia del trueque en nuestro país enfrento a grupos económicos, sectores del comercio medio y minorista que tuvieron en antiguos voceros de la Dictadura Militar a sus representantes, a un importante espectro del abanico político y al Estado Nacional.
Cuando cualquier iniciativa comunitaria humana es exitosa el triunfo es del conjunto, cuando la experiencia fracasa la culpa es del otro y casi siempre huérfana de padre.
Esta actitud histérica es repudiable y cada uno de nosotros debe asumir su cuota de responsabilidad de cara al futuro.
Y que si el modelo entro en crisis se debe a una serie de razones de muy diversa índole que se pueden buscar en el peligro latente que para ciertos sectores de la política implicaba la posibilidad de que algunos de los compañeros que integraban la RGT fueran invitados a participar de las listas a candidatos en las elecciones que se avecinaban, por otro lado muchísimos participantes del sistema fueron beneficiados por programas asistenciales como el de “barrios bonaerenses”, “manos a la obra” y “Jefas y Jefes de familia” y por último las conductas humanas que están ligadas al deseo, a la envidia y al mero afán de lucro. Esto hizo que la falsificación de créditos fuera sideral y se los “vendiera” por fuera de los clubes a personas que ingresaban a los mismos con el único objeto de sobrevivir en medio de la peor crisis económica y social que viviera el país y solo pretendieran consumir, porque la vida se les escapaba.
El derrumbe fue estrepitoso, muchos clubes cerraron y las personas que concurrían a los mismos de común acuerdo con las / os administradores de los mismos los mutaron en ferias americanas o simples polirrubros.
Hoy en el imaginario colectivo aún persiste la idea de “algo” que los ayudo en los momentos más oscuros de la historia contemporánea de nuestro país.
El final está abierto, porque a pesar de todo, hay infinidad de nodos funcionando con las primitivas pautas …
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